Así ardió (en secreto) buena parte del legado musical del siglo XX

Publicado el: 17/06/2019 / Leido: 4035 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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«The New York Times Magazine» desvela que el incendio de 2008 en los estudios de Universal en Los Ángeles destruyó infinidad de masters de artistas como John Coltrane, Nirvana, Eric Clapton o Sting, entre muchos otros

BarcelonaActualizado:

«¿Qué se perdió?», se preguntaba Susan Orlean en una de las primeras páginas de «La biblioteca en llamas» antes de enumerar algunos de los 400.000 libros que ardieron durante el incendio que arrasó la Biblioteca Central de Los Ángeles el 29 de abril de 1986. Si formulásemos hoy la pregunta, la ciudad sería la misma, pero el inventario resultaría sensiblemente diferente. A saber: casi todos los masters de Buddy Holly, las grabaciones originales de John Coltrane para Impulse, las primeras cintas de Aretha Franklin y Billie Holiday, el «Rock Around The Clock» de Bill Halley y el «Louie Louie» de The Kingsmen… Y así podríamos seguir, saltando de los Impressions a Elton John, de Nirvana a R.E.M, y de Joni Mitchell a Sonic Youth, recogiendo los escombros de las cerca de 175.000 grabaciones originales (o más de 500.000 canciones, si lo despiezamos en porciones) que acabaron carbonizadas durante el incendio que se declaró en junio de 2008 en los estudios de Universal en Hollywood (Los Ángeles).

 
El incendio en los estudios Universal se declaró en 2008
El incendio en los estudios Universal se declaró en 2008 - Jonathan Alcorn/ZUMAPRESS.com

Un incendio del que se dejó de hablar en cuanto se dio por sofocado pero que una investigación de «The New York Times Magazine» ha recuperado ahora para concluir que sus consecuencias fueron mucho más dramáticas de lo que se dijo en su momento. Una auténtica tragedia cultural, si atendemos a lo que explica en el reportaje Randy Aronson, director senior de operaciones de Universal Music Group (UMG) en el momento del incendio. «Sentí que mi planeta había sido destruido», subraya ahora el ejecutivo cuando recuerda aquel 1 de junio en el que cientos de miles de masters fueron pasto de las llamas.

 

El espíritu original

En tiempos de streaming y de reproducciones de dudosa calidad habrá quien piense que la desaparición de un master es una tragedia menor, pero aún hoy sigue siendo la pieza clave para poder seguir reproduciendo la fuente original y reeditar discos en cualquier formato imaginable. Con cada copia se pierde algo por el camino, por lo que sin el master el espíritu original de, pongamos, The Four Tops, Guns N’Roses, Sting, Tom Petty, Joan Baez, Neil Diamond o Eric Clapton, por citar sólo unos pocos de los nombres afectados por las llamas, se puede dar por perdido.

 

 

 

Y el drama podría ser aún mayor ya que, según documentación confidencial a la que ha tenido acceso la publicación estadounidense, el incendio también habría carbonizado sesiones inéditas que jamás se habían puesto a la venta e incluso valiosísimas grabaciones multipista con cada uno de los instrumentos aislado. No extraña que, visto lo visto, el reportaje lleve por título «The Day The Music Burned» (El día en que la música ardió), un guiño nada velado al accidente de avión de 1959 en el que se mataron Buddy Holly, Ritchie Valens y «The Big Bopper» y que pasó a la historia como «The Day The Music Died»(El día en que la música murió).

 
El incendio devoró decorados de «Regreso al futuro»
El incendio devoró decorados de «Regreso al futuro» - Jonathan Alcorn/ZUMAPRESS.com

En el momento del incendio, Universal ya era un gigantesco grupo discográfico con infinidad de sellos, lo que explica que entre los damnificados figuren desde firmas históricas como Decca, MCA, ABC, Chess o Impulse a otras como Geffen o Interscope. Una alineación empresarial que, traducido a nombres, da forma a una de las más completas bandas sonoras del siglo XX y parte del XXI. ¿Más ejemplos? Veamos. B. B. King, Al Green, Steve Earle, Sheryl Crow, Cat Stevens, Eminem, Sonic Youth, The Eagles, Iggy Pop, The Mamas &The Papas, Janet Jackson... El quién es quién de la música popular de las últimas seis décadas, abrasado por las llamas.

 

Once años de silencio

Lo relevante del legado explica también que la catástrofe se haya intentado mantener bajo tierra durante más de una década. En el momento del incendio, de hecho, casi todo el interés informativo se centró en los destrozos que el fuego había causado en algunos decorados, en el parque de atracciones temático dedicado a «King Kong», y en un archivo de vídeo que, como se dijo en su día, sólo guardaba copias de películas antiguas.

 

Poco después del incendio, el periodista Nikki Finke publicó una entrada en Deadline.com en la que aventuraba que el fuego había devorado cerca de un millar de masters, aunque pocas horas después fuentes de la propia compañía discográfica lo desmentían. «No hemos tenido pérdidas», aseguraba, tajante, el portavoz de UMG.

Pues bien: lo que ahora desvela el «New York Times Magazine» es que las pérdidas no sólo estuvieron ahí sino que además fueron astronómicas, tal y como señalan documentos confidenciales de 2009 que estiman que unas 500.000 canciones se esfumaron aquel día. «Lo que se perdió en el fuego fue, sin duda, un gran legado musical», destaca uno de las valoraciones internas a las que ha tenido acceso la publicación.

Un legado que económicamente Aronson estima en el artículo en unos 150 millones de dólares pero cuyo valor real es incalculable.

Publicado el: 17/06/2019 / Leido: 4035 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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