El archivo personal del arqueólogo belga Louis Siret, considerado uno de los fondos documentales más importantes para el estudio de los yacimientos prehistóricos y protohistóricos en el sureste de la Península Ibérica, sale a la luz después de ocho años de trabajo de catalogación y digitalización.
Desde este miércoles, están disponibles más de 31.000 documentos, conservados en el Archivo delMuseo Arqueológico Nacional, "que comprenden el archivo personal de Siret y de toda su actividad investigadora junto a su hermano Henri y al capataz de obra Pedro Flores, de gran importancia para el estudio de yacimientos como Villaricos, Almizaraque y Los Millares, en Almería", explica el MAN en un comunicado.
Este fondo, accesible en www.man.es, "está compuesto por más de 150 cuadernos de excavación, información sobre cada uno de los yacimientos intervenidos, manuscritos, correspondencia entre Siret y su capataz Flores en la que recoge el día a día de hallazgos y excavaciones, y una enorme cantidad de dibujos, fotografías y textos en forma de notas, informes y estudios sobre arqueología".
Desde la donación hecha por Siret al MAN de sus colecciones en 1928, el museo generó un archivo paralelo formado por los documentos que se derivaron del trabajo de inventario y organización de las piezas realizado entre los años 50 y 90 del siglo XX: "Incluye también las transcripciones mecanografiadas de los cuadernos de Flores y la formación un conjunto de fotografías que completa el estudio de los fondos donados".
Para facilitar el acceso a la información, han sido identificados más de 2.800 registros de consulta estructurados en cuatro grupos documentales. El más numeroso corresponde a su archivo personal -adquirido por el Estado el 31 de agosto de 1956- que incluye correspondencia, cuadernos de excavaciones, recortes de prensa, cuadernos de notas, dibujos y planos. El segundo grupo hace referencia al fondo gráfico realizado en vida de Siret, en su mayor parte fotografías hechas por él mismo. Un tercer apartado incluye documentación vinculada a su figura, pero no procedente de su trabajo, como toda la información generada por el traslado de su colección de piezas a Madrid o los trabajos necesarios para su identificación. Por último, el fondo documental correspondiente a las fotografías posteriores al fallecimiento de Siret.
El estudio ha englobado también la evaluación, por parte de expertos, del estado de conservación de los documentos, calificado en su mayor parte de bueno, y se han establecido pautas de conservación preventiva: "En algunos casos fue necesaria la intervención directa para su restauración, que se llevó a cabo en el Instituto del Patrimonio Cultural de España".