Marilyn, su memoria, sigue muy viva en el
país que la vio nacer, justo en la jornada en la que se cumplen 50 años de su
muerte en su casa de Brentwood, en Los Ángeles. Según la revista Forbes es el tercer
famoso fallecido que más dinero sigue generando en Estados Unidos, por debajo
solo de Michael Jackson y Elvis Presley. En total, todo aquello que Marilyn dejó
atrás"su imagen, eminentemente" crea al año 27 millones de dólares. La actriz
tiene también una cuenta en la red social de Twitter, dedicada a su
memoria, en la que la siguen 54.000 personas, y una página de Facebook con más
de 3,3 millones de seguidores. Marilyn no es solo una actriz que
participó en una treintena de películasy murió joven, a los 36. Es un
icono, y aún más que eso, dada la facilidad en la que el mundo fabrica iconos a
día de hoy. Es fuente inagotable de reposiciones de filmes antiguos en
filmotecas y canales de televisión. Es una estatua gigante que ha saludado a
Chicago durante meses y que recientemente ha sido trasladada a Palm Springs. Es
un mural gigantesco que mira, melancólico, sobre Adams Morgan, uno de los
barrios más vibrantes de Washington. Es también el obsesivo objeto de una
exitosa serie de televisión norteamericana, Smash,
donde jóvenes actrices aspiran a interpretarla. Y es, finalmente, el propósito
de numerosas exposiciones que muestran sus fotografías y sus vestidos, todas sus
reliquias.Marilyn Monroe, actriz insatisfecha por la
fama, amiga de presidentes, esposa de estrellas del deporte y dramaturgos, tiene
incluso su propio fichero, ya algo polvoriento, en uno de los cuartos del FBI.
La mayoría de sus páginas están al alcance de cualquiera, en Internet. Son
97 páginas. Un informe sobre cómo la actriz pidió un visado para la URSS en
1955. Un encuentro con miembros del Grupo Comunista Americano en México en 1962.
Detalles minuciosos de sus encuentros con el presidente John F. Kennedy, como
una cena en Nueva York en la que le"hizo una serie de preguntas socialmente
significativas sobre la moralidad de las pruebas atómicas". Puro
macartismo.Hay algo que falta, sin embargo, en ese
archivo tan minucioso, seguramente revisado por el jefe del FBI, Edgar J.
Hoover, personal y compulsivamente. Son otros documentos de muchos otros días de
vida de Marilyn, incluidas aquellas lúgubres jornadas de agosto de 1962 previas
a su muerte, desaparecidas de los legajos de anodinos informes de los agentes
del FBI.La agencia Associated Press pidió al Gobierno de
EE UU, a través de la Ley de Libertad Informativa, que revelara esos reportes
para este 50 aniversario de su muerte. La respuesta del FBI y de los Archivos
Nacionales de EE UU:"No podemos encontrar los archivos". Perdidos, parece, sin
más explicación. El Gobierno ha abierto una investigación.Ya hubo dos investigaciones tras la muerte
de Marilyn. La primigenia la condujo la fiscalía pertinente tras su muerte.
Probable suicidio. La segunda, abierta en 1982, la dirigió el Fiscal de Distrito
de Los Ángeles, dadas las persistentes dudas sobre las condiciones de su
fallecimiento. En 1973, de hecho, su amigo Norman Mailer había publicado una
enjundiosa biografía en la que sugería que Marilyn no se habían suicidado, sino
que la habían asesinado, una tapadera. ¿Había muerto realmente por una
sobredosis de hidrato de cloral y pentobarbital? ¿A quién había llamado antes de
fallecer? Ninguna de las dos investigaciones ofreció resultados convincentes,
más allá de la conclusión original de que se trató de una muerte
autoinflingida.Seguidores suyos, jóvenes y ancianos,
depositarán flores frente a su tumba, un pequeño nicho en el cementerio Westwood
Memorial Park de Los Ángeles, donde también descansan Natalie Wood, Jack Lemon,
Walter Matthau, Eva Gabor y Truman Capote, viejos recuerdos de un Hollywood en
blanco y negro o en tecnicolor. Una reproducción de la célebre portada de Playboy en la que apareció
Marilyn, entonces joven y pelirroja, firmada por Hugh Hefner, presidirá el
servicio y será subastada, a beneficio de asociaciones de ayuda a huérfanos y
niños maltratados.