Publicado el: 09/09/2024 / Leido: 4858 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
La solidez es la principal cualidad que se exige para una sala de conservación, puede ubicarse en el subsuelo, tiene como ventajas:
Este modelo de edificios pueden presentar desventajas:
1. La seguridad de los archivos impone una ventilación y una deshumidificación permanente de la atmósfera. Este ítem resulta bastante costoso sino se encuentra en un terreno bastante seco en razón de los riesgos permanentes de infiltración de agua.
2.- Los peligros eventuales de un prolongado corte de energía eléctrica, puede transformarse en un problema muy grave en una sala de conservación ubicada en el subsuelo, por la falta de control de la humedad y temperatura y la renovación del aire.
El precio de construcción en el subsuelo con trabajos de excavación, de desprendimiento y extracción de la tierra, es mucho más elevado que en una construcción de superficie, la economía que se puede realizar sobre el precio del terreno corre el riesgo de ser ampliamente compensada por estos casos. Si se trata de asegurar los depósitos contra los peligros de una guerra convencional, subterráneos ordinarios suelen cumplir esta función protectora; pero, si se trata de protección ante alarmas nucleares, se debe disponer de galerías extremadamente profundas, lejos de todo objetivo militar.
Elegido el terreno, analizadas las opciones, se debe pensar en dar al edificio la mejor orientación posible, en la medida en que uno pueda elegir, lo que depende de la forma y del emplazamiento del terreno. “Mucho del bienestar térmico de un espacio depende de la orientación, es decir, de la exposición de cerramientos (techos, etc.) y aberturas (puertas, ventanas) a la acción del sol y del viento.”[1]
Una buena orientación del edificio, economiza recursos energéticos para la manutención de la temperatura o iluminación en los locales.
El exceso de luz solar representa para los documentos un peligro, para solucionar, se evita que las aberturas de las salas de conservación, tengan exposición plena hacia el sur en el hemisferio norte, hacia el norte en el hemisferio sur.
El problema se presenta en las regiones expuestas a los vientos marinos por la humedad y sal y los vientos calientes y secos o húmedos. Se puede remediar en parte con aislamiento térmico o higrométrico para atenuar los aspectos nocivos. En los locales de trabajo se busca la misma orientación que la sala de conservación, por la sencilla razón que partimos de la premisa que todo lo que le hace daño al hombre, le hace daño al papel.
Una de la formas más “naturales” consiste en el desarrollo de los edificios dedicados al archivo en superficie, por su misma “naturalidad” esta fórmula ocasiona el menor número de problemas de construcción. Los problemas que se generan, pueden convertirse en comunes a las otras opciones, así tenemos que, a mayor superpoblación y desarrollo, mayor cantidad de documentos generados, lo que obliga a ampliar permanentemente los servicios de Archivos, las dimensiones en superficie se hacen considerables. P. e.: un sala de conservación, equipada con estanterías tradicionales, de una capacidad de 20.000 metros lineales, comporta un término medio de 2.660 metros de corredores de circulación, lo cual nos da una pauta, del espacio requerido para los archivos actuales.
Estas proporciones de espacio, nos hacen comprender la tendencia de los servicios de archivos, de construir edificios desarrollados en altura; con las técnicas modernas, esto no ofrece ninguna dificultad, lo esencial de la circulación se hace verticalmente por medio de ascensores.
Es necesario compulsar:
[1] PUPPO, Giorgio Arq.: Un espacio para vivir. Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño de la Universidad Nacional de Rosario, Rosario, 1980. pp. 103 p. 81-82
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