Los archivos de MCS. Fuente documental para la memoria histórica y la sociedad del conocimiento.

Publicado el: 09/12/2014 / Leido: 17179 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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XII CONGRESO ARGENTINO DE ARCHIVÍSTICA.

"Historia. Sociología. Las Fuentes Documentales. Los Archivos”

Salta 5, 6 y 7 de Noviembre de 2014

 

Los archivos de MCS. Fuente documental para la memoria histórica y la sociedad del conocimiento.

LW1  Radio Universidad Córdoba.

 

 

En la era de la información y la comunicación, los medios de comunicación social (MCS), los comunicadores, los analistas de la realidad, ejercen una gran influencia en la sociedad, gozan de poder, prestigio y credibilidad, tanto por la información que brindan como por la “realidad” que reflejan. Poseen además la capacidad y la posibilidad de masificar la información, como sostiene Carles Marín2 pueden “nuclear en un espacio mediático a gran cantidad de audiencia”.

Con el surgimiento de la radio y la televisión, sobretodo a partir de la segunda mitad del siglo XX, los hechos y situaciones que nos involucran e interesan como individuos y como sociedad, están registrados en papel, pero también en soportes magnéticos, películas, pasta, vinilo, etc. Estos soportes de información diferentes, constituyen hoy objeto de estudio y son fuente privilegiada para la investigación histórica junto a los documentos tradicionales.

La memoria y la historia pueden ser revividas a través de la imagen y las voces de protagonistas directos o desde la visión “objetiva” del “medio” que estuvo en el lugar de los hechos. Esta certeza, esta “verdad”, que imponen desde la imagen y/o el sonido son prácticamente indiscutidas, porque a través de los medios, “todos hemos podido ver y oír”.  A partir de la presencia del documento audiovisual, no será lo mismo leer en un diario de la época el discurso del General Videla del 24 de marzo de 1976, que escuchar su voz y ver su imagen por televisión. Tampoco será lo mismo, leer sobre el atentado contra las torres gemelas, la guerra en medio oriente o el desastre provocado por un Sunami imaginando la magnitud de esos desastres, que “visualizar las imágenes y oír los ruidos del ambiente”. Como tampoco será lo mismo para un investigador en medicina, leer sobre patologías o técnicas quirúrgicas, que ver una filmación desde  la cámara de un catéter. La información trasmitida por medio del relato escrito, tendrá verosimilitud con lo ocurrido, pero nunca igualará a nuestra propia percepción a través de la imagen y el sonido. Aunque no hayamos estado en ese momento y lugar, creeremos haberlo presenciado y haber participado de los hechos ocurridos.

 

Los desafíos de proteger, organizar y difundir los documentos audiovisuales.

 

La necesidad de preservar y proteger organizadamente este tipo de documentos audiovisuales, para la consulta y la posteridad, nos enfrenta a múltiples desafíos. El primero es comprender que estos documentos, son parte ineludible del patrimonio documental, histórico, científico, cultural de nuestra sociedad y también son memoria del mundo como lo planteó fuertemente la Recomendación realizada por  UNESCO1, en particular con registros de trascendencia histórica. El segundo es percibir que en la actualidad encontramos documentos audiovisuales en casi la totalidad de las instituciones que tienen archivo (gubernamentales, educacionales, hospitalarias, empresariales, fabriles, etc. y en los MCS). A partir de reconocer esa situación,  los profesionales en archivos, estaremos en condiciones de analizar y asumir el rol que nos cabe dentro de la custodia y difusión del material audiovisual. Para lo cual resulta imprescindible capacitarnos específicamente en el manejo de este tipo de documentos y ocuparnos fehacientemente de ellos. El tercer desafío al que nos enfrenta este tipo de documentos es su externa fragilidad física e inestabilidad intrínsecas. Lo que exige instalaciones apropiadas, equipos de acceso, digitalización y presupuesto.

De acuerdo a la experiencia recogida a lo largo de estos años, reconocemos la importancia de conformar equipos interdisciplinares (cineastas, fotógrafos, historiadores, informáticos, sonidistas). Como también dependiendo de la temática que abarcan los registros audiovisuales, vincularnos con médicos, abogados, arquitectos, biólogos, antropólogos, que usan en el desempeño de su profesión audiovisuales y precisan organizar sus archivos).

Otro aspecto a destacar es que aún permanece, al menos en ciertos sectores más tradicionalistas dentro de la Archivística e incluso dentro de la formación profesional en archivos, una antigua discusión acerca de si los documentos en soportes diferentes al papel y generados por un medio de comunicación, son o no documentos de archivo. Si bien a nivel mundial está discusión está prácticamente saldada a favor de reconocerlos como tal, existen situaciones de dudas, desidia  y desconocimiento de cómo manejarlos archivísticamente. Estas circunstancias generan demoras pueden resultar fatales para su conservación.

Otro factor que influye, es la escasa producción teórica, el insuficiente debate en torno a los archivos y específicamente en torno a la problemática de lo audiovisual e incluso frente al desafío de la era digital. Estos aspectos que a veces se presentan como obstáculos insalvables en detrimento de la protección y custodia del patrimonio documental, deben comenzar a revertirse por el bien del patrimonio documental y el futuro de la profesión.

Sin duda estos nuevos documentos, archivos, centros de documentación, presentan importantes diferencias con el archivo tradicional. Incluso en cuanto a los mecanismos de recuperación de la información y los modos de descripción. Pero en su esencia la necesidad de  protección la importancia de su difusión como patrimonio audiovisual, no varía ni se diferencia del resto de los documentos.

 

El arduo camino de protección de los documentos audiovisuales.

La recomendación de la UNESCO  para el resguardo de la memoria audiovisual, fue el punta pié inicial para que en el mundo se empiece a tomar conciencia sobre la necesidad de ocuparse específicamente de los documentos audiovisuales, que ante el avance tecnológico son parte y se encuentran dentro de la mayoría (por no decir todas) las instituciones existentes.

Lamentablemente ese movimiento internacional, en torno a la protección del patrimonio audiovisual,  no se corresponde con nuestra realidad local y nacional.

La desprotección sucede aún en instituciones educativas y culturales que producen, conservan y están directamente relacionadas con estos documentos como  son los MCS.  Los archivos audiovisuales existen en el mundo a partir de la mitad del siglo XX. Muchos de ellos surgieron en ámbitos ligados a la cultura y el arte y también en ambientes universitarios y académicos dedicados a proteger grabaciones sonoras, películas, videos y audiovisuales en general, como apoyo de los servicios educativos que estas instituciones brindan. Dentro de los medios de comunicación audiovisuales en cierta manera se visualiza la necesidad de conservar los documentos generados por estos aunque no siempre con una visión de protección del patrimonio audiovisual, a veces por desconocimiento de su importancia patrimonial, unido a una concepción inmediatista y efímera del valor de la información que se genera y registra. También a han sido afectados por falta de planificación y de previsión en cuanto a los efectos de la evolución tecnológica y el propio desgaste o el costo de financiamiento para la preservación y conservación que requieren. También por carecer de los equipos necesarios para acceder a la información que contienen. A pesar de esta realidad se visualizan otras acciones auspiciosas.

Durante el XII Congreso Internacional de Archivos, realizado en Montreal en 1992, los archiveros húngaros Magdalena Cseve y Zolta Boda, presentaron un trabajo en el que sostuvieron: “Cada vez más el arte, la cultura y las comunicaciones del mundo moderno pueden conservarse sólo en soportes audiovisuales”. …. “la tecnología audiovisual se está utilizando ampliamente en la vida académica y científica, donde la comunicación verbal fue la predominante” 2 .  Y este fue otro disparador para despertar iniciativas de protección.

En cuanto a la protección del patrimonio audiovisual, la Universidad Nacional de Córdoba ha sido pionera creando en 1994 el Centro de Documentación Audiovisual que protege y difunde el acervo documental histórico de Canal 10 y ahora el de Radio Universidad. Esto se debe a que es una institución educativa que cuenta con un multimedio de comunicación denominado Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la UNC, desde donde como institución educativa se proyecta y extiende su influencia hacia sectores de la sociedad que de otro modo resultaría imposible de alcanzar.

El caso de Radio Universidad Córdoba

 

Con el presente trabajo, pretendemos dar a conocer la investigación realizada y que ha permitido rescatar, reunir,  organizar y difundir una parte del patrimonio documental de LW1 Radio Universidad de Córdoba, contenido en soportes sonoros.

En este estudio se ha puesto énfasis en el análisis de la información radial contenida en cintas abiertas3 y en casetes de audio, aunque es posible encontrar en la radio otros soportes antiguos como magazines, discos en vinilo, de pasta y en soporte metálico. Los que fueron utilizados a lo largo del tiempo desde los inicios de la radio (1958) y dejados de lado a causa del avance de la tecnología (2000). En ellos se registraron, programas, música en vivo, noticias, entrevistas y reportajes, cortinas musicales, recitales, eventos académicos, publicidad y propaganda del gobierno o de partidos políticos etc. que hemos valorado con carácter de históricos, además de una muy importante colección de discos que ha permanecido en el tiempo.

Debemos aclarar que si bien el período temporal que se abarcó es amplio, 42 años, este acervo ha sufrido perdidas, traslados, arrojo de partes a contenedores de basura, re-grabado de cintas y periodos de censura como los correspondientes a intervenciones militares, razones que impidieron se conservara de manera integral el acervo. Es por eso que hablamos de un volumen de 1500 cintas abiertas, con un promedio de duración de 120 minutos y de 2500 casetes de audio. Una importante cantidad de las cintas abiertas no cuenta con ninguna información externa, por lo que se realiza un trabajo de identificación a partir de las voces y protagonistas intervinientes, de los hechos que se relatan, de temas tratados, etc. Identificación que nos exige contrastar con otras fuentes como la televisiva o los periódicos de la época, antes de proceder a un registro definitivo de la información en la base de datos.  

A partir de estas acciones y del mayor cocimiento que implicó el estudio, la manipulación y tratamiento archivístico de documentos y archivos audiovisuales, surgieron preguntas como: ¿Cuál el contenido informativo de las cintas magnéticas presentes en Radio Universidad?  ¿Cual es el valor de la información que se guardó en cada soporte y en la totalidad de soportes de sonido? ¿Cuál es la relevancia de este conjunto documental que nos permitirá o no,  considerarlo como parte del patrimonio documental de  la radio, de los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la Universidad Nacional de Córdoba y de la sociedad en general?

 

Los orígenes, el contexto y situación actual.

 

En el año 2002, con la creación e implementación de la Licenciatura en Archivología, se incorpora en la currícula de la carrera, la asignatura Archivos de Imagen y Sonido. A mediados del año 2004, desde esa cátedra4, se inicia en Radio Universidad un proceso de conocimiento, protección, preservación y registro de documentos sonoros en cintas magnéticas. Entre los años 2006 a 2008, la práctica de cátedra abarcó la recuperación física de los soportes, realizando tareas de limpieza, detección de daños,  acondicionamiento de un lugar de almacenamiento único y el registro sistemático de cada una de las piezas encontradas en un inventario preliminar. Fue preciso realizar un traslado hacia otro habitáculo mas apropiado, dentro del mismo edificio, pero esta vez de manera planificada y teniendo en cuenta todas las normas de preservación, conservación y seguridad. Se reciclaron muebles metálicos y algunos otros de madera, que aunque poco apropiados permitían proteger las cintas del polvo y los extravíos.

El hecho de no contar con un equipo reproductor de sonido en buenas condiciones hizo que se demorara el inicio de la escucha del contenido de las cintas abiertas. Esta situación implicó el reemplazo de piezas rotas y el armado de un hibrido con partes de diferentes equipos. 

Desde hace varios años la cátedra de Archivos de Imagen y Sonido, viene insistiendo en la necesidad de integrar este grupo documental al Centro de Documentación Audiovisual Archivo Fílmico  de Canal 10, institución universitaria que protege, conserva y difunde el patrimonio histórico en imágenes del canal universitario, una de las partes integrante de los SRT5.

Como hecho culminante de este proceso, en junio del presente año, se logró el traslado del archivo de Radio Universidad al predio de la Ciudad Universitaria donde se encuentra el CDA que conserva el material fílmico del canal universitario, logrando reunir  ambos repositorios de carácter histórico.

El contacto con estos registros sonoros en desuso, nos permitió considerar dos aspectos específicos en cuanto a sus características materiales.

Por un lado la fragilidad de las cintas magnéticas6 bastante mas  inestables que otros materiales como por ejemplo el papel, situación agravada por el estado de abandono y las condiciones medioambientales adversas en las que estuvieron durante años; y
Por otro la imposibilidad de contar con equipos reproductores que permitieran acceder a su contenido y conocer el potencial valor para la memoria y la historia. Los que quedaban en la radio, estaban rotos por el uso y desgaste normal o porque se fueron desguazando para reparar otros equipos aun en uso.
Otro aspecto, aunque más general pero igualmente esencial, se relaciona con el “escaso conocimiento” del hombre común de los beneficios que otorga a su vida personal y de relaciones contar con información contenida en documentos de archivo.  Situación que le impide percibir, la importancia de preservar la información contenida en documentos. Esto es así, a pesar de que los documentos se encuentran en el centro neurálgico de toda institución, de todo ordenamiento social y que rigen la mayoría de los actos humanos. Los medios de comunicación y las personas que se desempeñan en ellos, no escapan a esta concepción. Resulta particularmente contradictorio en su caso,  puesto que los MCS son parte esencial de la sociedad de la información y la comunicación. Por lo general, existe una disociación entre el hecho de tratar información para difundir  y la necesidad de conservarla para ser utilizada nuevamente o como parte de su memoria e historia.

En el caso de LW1 RU Córdoba, esta situación descripta ha provocado la perdida de información radial, agravada por las diferentes crisis económicas ocurridas en el país, la falta de presupuesto (universitario en este caso)  y la ausencia de previsión y de conciencia en cuanto al valor de los archivos y los documentos de archivo, como aspectos esenciales que influyeron en el cercenamiento de este acervo.  

Detección del problema.

La guarda, organización y permanencia de los documentos en el archivo, tiene una directa relación con el valor que  le confieren sus productores. 

En el caso de los medios de comunicación social, los esfuerzos y la preocupación de los gestores de la información están puestos en la acción de “comunicar”, siendo tan importante el caudal informativo que reciben,  que deben desechar cantidad de informaciones que nunca se llegan a difundir. Información que consideran poco trascendente, de escaso interés para la audiencia7.

Todo medio de comunicación, cuenta con personal especializado en el tratamiento periodístico de la información, que con raras excepciones, considera que debe guardar determinada información. Lo que prima, por lo general,  es el concepto de “inmediatez”, “instantaneidad” y “fugacidad” de la información. Esta visión se expresa particularmente en el medio radial,  considerado como el medio más “veloz” en  llegar a la audiencia. Este fue el origen de los flashes informativos que se introducen en la programación cada media hora o cada quince minutos, o cuando la novedad lo amerita la interrupción abrupta de la programación. Además de esta urgencia el medio considera a la información como un “bien perecedero” que será reemplazado de manera inmediata por una nueva información.  Ambos criterios “el de la velocidad y que una vez difundida la noticia pierde su valor” atentan contra la guarda sistemática y están fuertemente afianzados en la mentalidad de los MCS. Son muy pocos los MCS o los periodistas que se han ocupado de resguardar la información o  incluso los programas realizados por ellos mismos. Suelen guardar solo los que tienen para ellos alguna significación y como parte de una actitud personal, esporádica y selectiva. 

A partir de un estudio realizado desde la cátedra, en la que participaron los alumnos, entre el año 2007 y 2008 se realizaron visitas a las emisoras radiales surgidas contemporáneamente a LW1 y emiten en frecuencia AM.

Es decir  Radio Nacional, LV3, LV2. Descartando a radio Mitre, que comienza a emitir desde Córdoba en el año  2006, utilizando formato digital.

La realidad fue elocuente. Se comprobó la inexistencia de registros sonoros producidos en ellas, guardados, protegidos y organizados formando parte de un archivo de documentos sonoros. Considerando que los mismos habían cumplido con su ciclo y debían renovarse.

Se comprobó también, que como una cuestión personal, y si se quiere como con cierta naturalidad, algunos realizadores, periodistas, locutores, resolvieron salvar algunos hallazgos, reliquias, “tesoros de audio”, que conservan como parte de su acerbo particular. Guardando aisladamente algunos documentos sonoros, que en algún momento fueron descartados como obsoletos ante el avance de la tecnología. Se puede tener a partir de lo dicho, la sospecha de que algunos se encuentran en manos de particulares y probablemente digitalizados, ya que en algunos programas es posible volver a escuchar, notas, reportajes, recitales, interpretaciones e información muy antigua que ya fue difundida en los medios. Esto también sucede con la discográfica, que ya no se conserva en la emisora, y son usados esporádicamente cuando se quiere dar a conocer o hacer recordar dentro de los programas que realizan o conducen en la actualidad algunos de los considerados referentes de la radiofonía local.

Este es el caso de los conductores Ronny Vargas, Mario Pereyra de LV3, o del periodista Nilo Neder, ya fallecido, que según relato de su hija conservó estos soportes con sus programas. Es lo que ha sucedido también con algunos antiguos realizadores y conductores de la propia LW1. Conservan en su poder parte de este patrimonio de la radio.

Este accionar rara vez ha sido acompañado por los principios, el método y las técnicas archivísticas. Aunque teniendo en cuenta la especificidad necesaria y los increíbles volúmenes de información que se maneja, es imprescindible que sean especialistas en archivos dedicados a realizar la tarea de resguardar la información, organizar el archivo y brindar un servicio institucional, educativo y social como es el que debería emprender un MCS.

La tarea emprendida en  radio universidad

 

El ingreso de la Cátedra de Archivos de Imagen y Sonido a Radio Universidad, se produjo en el mes de agosto del año 2004 y se propuso realizar un análisis y diagnostico para determinar el estado y valor patrimonial de los documentos sonoros. Como resultado de esa evaluación se resuelve iniciar acciones de protección, preservación y descripción de los registros encontrados bajo la dirección de la Prof. Marta Rufeil. Quien orienta la recolección de los registros dispersos, tareas de limpieza, organización del espacio y un primer registro somero por soporte. Las docentes de la Cátedra inician un proceso de conocimiento de los soportes de sonido. Sus características técnicas y composición. Planteando como objetivo general “rescatar el valor de los documentos sonoros de Radio Universidad como parte del Patrimonio Documental de los SRT con el  fin de servir a la comunidad social por su trascendencia histórica, cultural, testimonial e informativa”. Y como objetivos específicos:

1)   Identificar los documentos radiofónicos que posean valor patrimonial

2)  Organizar el archivo y centro de documentación de LW1

3)  Concienciar sobre el valor como Patrimonio Documental, Cultural y fuente de información.

4) Proponer una política institucional que incluya a los documentos  sonoros de radio para posibilitar su difusión y consulta por parte de usuarios internos y externos.             

Se confeccionaron registros diferenciados por tipo de soportes encontrados. Como resultado de los inventarios se registraron 700 cintas abiertas, 30 cartuchos 1.500 casettes de audio.

Con posterioridad aparecieron cerca de doscientas cintas abiertas mas, llegando a un total de 910. Se inicio el proceso de escucha de los casettes diferenciando los provenientes de agencias publicitarias, los que contienen propaganda oficial, los de producción institucional y de publicidad.

Elaborando bases de datos para cada tipo de soportes. Para las cintas abiertas se elaboró una base de datos Excel para realizar un inventario analítico, contemplando los siguientes campos:

Nº de orden
Fecha
Programa
Contenido
Estado de conservación
Observaciones
De acuerdo con la consulta realizada a técnicos en sonido y expertos informáticos de la radio, sugirieron el sistema conocido como Sound  Forge de Sony. Que para los usos que requeríamos se presentaba como la mejor opción.

Sound Forge  es un editor de audio para Windows  muy utilizado tanto para audio como video.  Bastante eficiente, con resultados de calidad excelente en cuanto al registro y reproducción de sonido y bastante sencillo de usar. Algunas de las herramientas que ofrece son las mismas que estamos acostumbrados a utilizar como cortar, copiar, guardar, deshacer y rehacer.

Posee un sistema de auto-back-up que resguarda de inmediato el trabajo realizado, ante circunstancias fortuitas como cortes de energía, o desperfectos de la PC. Las funciones básicas de Sound Forge son similares a las del procesador de texto Microsoft Word. Estas son algunas de las razones que decidieron su utilización.

Objetivos que se establecieron para la digitalización de sonido en el archivo de radio:

Preservar el soporte original, evitando su manipulación continua.
Asegurar la permanencia de la información contenida en soportes originales por medio de la migración a soportes informáticos
Aprovechar los beneficios de la tecnología actual, para digitalizar, describir, disminuir espacios de guarda, acrecentar la capacidad de contención de información en un solo soporte, mayor velocidad. .
Utilizar el fondo de archivo para cubrir diversas necesidades informativas. Culturales y artísticas: Creación de nuevos programas, recordatorios, Educativas: enseñanza e investigación. Legales y probatorias: requerimientos de la justicia. etc.
Economizar costos de insumos por el uso de un nuevo soporte relativamente durable.
Posibilitar un nuevo sistema de gestión y almacenamiento masivo del sonido.
Facilitar el acceso y difusión del fondo sonoro de la radio.
Conclusiones

1- El principal problema para “rescatar el valor de los documentos sonoros de radio universidad  como parte del Patrimonio Documental de los SRT y  de la comunidad social por su valor histórico, testimonial e informativo” - definido como objetivo general de nuestro trabajo – fue la constatación de la carencia de un archivo radiofónico en la ciudad de Córdoba, refirmado por en el relevamiento que hicimos en las diferentes radios. Ello ha impedido el propósito de visibilizar las manifestaciones socioculturales creadas por la radio como medio de comunicación a partir de la segunda mitad del siglo 20.

Esta carencia señala a su vez dos nuevos problemas. Por una parte revela la falta de política institucional respecto al patrimonio sonoro. Y como consecuencia lamentable el deterioro o pérdida definitiva de los documentos sonoros. La no valoración de su importancia documental hizo que en la práctica, las cintas se reutilizaran, generando una práctica atentatoria contra la preservación de los contenidos.

2- Esta ausencia de archivos es de fundamental importancia para una adecuada valoración patrimonial de la producción institucional de los documentos sonoros. De esta realidad constatada se deriva que predomina en los creadores concepción inmediatista y perecedera de la información y la producción sonora en general, que acarrea una fragmentación subjetiva de la misma, privando tanto a la radio como a la comunidad social de un acervo histórico documental que refleje de un modo más integral, tanto las concepciones hegemónicas del momento como las manifestaciones y expresiones culturales, artísticas, sociales y políticas producidas en la cotidianeidad de un determinado  momento histórico.

3- Hemos logrado identificar en los documentos radiofónicos diversos grados o niveles de valoración patrimonial. Destacando el valor desde la simple existencia del soporte en sí  mismo, hasta documentación de trascendencia histórica, la que a su vez merece una valoración gradual diferente porque reflejan distintas manifestaciones culturales o sectoriales.

4 - Nos habíamos propuesto, entre los objetivos específicos,  organizar el archivo de LW1 y en el trabajo realizado hasta el momento hemos podido constatar que técnicamente resulta imposible la organización del mismo. Ello porque, entre otros factores, no ha existido una guarda sistemática de la producción sonora. Sin embargo, en función del estado de preservación y las características del material encontrado, si pudimos avanzar en la organización del Centro de Documentación Sonora de Radio Universidad.

5- En orden a la concientización sobre el valor como patrimonio cultural de la documentación sonora –otro de los objetivos específicos que establecimos -, aún con las limitaciones constatadas consideramos necesaria la comunicación y difusión al conjunto social de la existencia de este patrimonio, para que pueda ser apropiado por la comunidad y valorado en su real  dimensión por la misma institución radiofónica. Siendo además incorporado por la Universidad como acervo de su historia y desde allí utilizado por el conjunto social, en la construcción de su propia identidad.

6- Asumida esta valoración de los documentos sonoros, como política institucional, LW1 debe promover ante las máximas autoridades, la declaración de interés publico del referido Centro de Documentación, como forma no solo de institucionalizar su importancia sino de establecer políticas especificas que contribuyan a su preservación y utilización provechosa para el conjunto de la comunidad.

Para ello nos permitimos destacar a modo de propuestas que deben implementarse:

A– Asignación de recursos presupuestarios que posibiliten la recuperación y adecuación técnica con el fin de facilitar el acceso a los usuarios internos y externos.

B– Necesidad de contar con personal idóneo que, además de la realización de la organización archivística, contribuya a la concientización del personal de la institución sobre el valor patrimonial que contienen sus instrumentos cotidianos de trabajos y las producciones realizadas.

C - Establecer criterios consensuados para determinar el valor patrimonial de cada documento sonoro.

D– Dictar normas adecuadas de descripción que permitan definir y clasificar los registros sonoros en sus diferentes soportes.

E – Promover la promulgación de nuevas disposiciones legales que establezcan para una real y efectiva protección, el reconocimiento de los documentos sonoros como parte del patrimonio cultural.

F - Reglamentar, a través de manuales de procedimientos, las formas concretas a las que deban  adecuar su actuación las personas que están en contacto con esta actividad.

 

Bibliografía.

 

Cseve, Magdalena, Bodi, Zolta. “ El archivero de soportes especiales”. Una crisis de identidad, en publicación del XII Congreso Internacional de Archivos. Montreal 1992

 

Marín Carlés, Periodismo Audiovisual. Información, entretenimiento y tecnologías multimedia. Gedisa. Barcelona 2006. Pág. 17.

 

San Nicolás, Norma. Vázquez Mercedes. Los documentos sonoros de Radio Universidad Córdoba. Patrimonio documental de los SRT. 2009. FFyH . UNC

 

UNESCO. Recomendaciones para la salvaguarda de imágenes en movimiento. París. 1980

1 Licenciada en archivología. UNC. Mgter en Gestión Documental y Administración de archivos. España. Docente Escuela de Archivología UNC.

2 Marín Carlés, Periodismo Audiovisual. Información, entretenimiento y tecnologías multimedia. Gedisa. Barcelona 2006. Pág. 17.

 

1 UNESCO. Recomendación sobre la salvaguardia y conservación de las imágenes en movimiento. 1980.  www.unesdoc.org/ulis/ges.html

2 Cseve, Magdalena, Bodi, Zolta. “ El archivero de soportes especiales”. Una crisis de identidad, en publicación del XII Congreso Internacional de Archivos. Montreal 1992

3 Denominadas también cintas magnéticas o de carrete a carrete para audio.

4 La iniciativa parte del gerente de radio Sr. Víctor Wayar y de la Magíster Martha Z. Rufeil, profesora titular de la Cátedra de Archivos de Imagen y Sonido, a su vez directora de la Escuela de Archivología.

5 Los Servicios de Radio y Televisión (SRT) de la UNC están conformados por una radio AM, una FM, un Canal de televisión por aire y un canal de noticias digital 24N.

6La fragilidad se encuentra asociada al tipo de material constitutivo y al envejecimiento producto del paso de los años desde el momento de su fabricación.

7 En la actualidad la mayoría de los MCS realizan estudios de usuarios.

 

 

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