Publicado el: 21/03/2012 / Leido: 13384 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
La Revolución Industrial se caracteriza principalmente por el desarrollo de la máquina - herramienta, que sustituye la fuerza del hombre influyendo sobre las estructuras socio - económicas, apoyando en forma decidida a un sector de la población económicamente fuerte: La burguesía.[1]
La sociedad burguesa, "en el apogeo de su desarrollo se halla ahora en los umbrales de nuevas posibilidades; en su seno se están desarrollando nuevas fuerzas productoras que por primera vez en su historia nos acercan a la civilización de la abundancia, a la posibilidad de una repartición diferente a la de otras épocas. pero en su polo opuesto se concentran las poderosas fuerzas de dominación que tienden a preservar el trabajo deshumanizado, la gestión enajenada, la propiedad privada de los medios de producción, el abuso de la técnica, las formas caducas de una organización social que no está en condiciones de dominar sus propias creaciones".[2]
En este terreno de contradicciones surge el ordenador, al igual que la máquina - herramienta, tiende a sustituir al hombre, en funciones que hace apenas unos años correspondían al intelecto humano; la capacidad de tomar decisiones.
El desarrollo social no queda entonces sujeto a las limitaciones psicofisiológicas del hombre, se amplía ante la posibilidad de enviar o recibir información que es mejorada por el ordenador, en forma tal, que lo que un hombre tarda un minuto en recibir o transmitir, la máquina lo hace sólo en milésimas de segundo. "Se juzga que en todas las bibliotecas del mundo existen alrededor de mil billones de caracteres; pero existen computadoras electrónicas que son capaces de almacenar un billón de signos y que puede responder al ritmo de la conversación".[3]
Los pueblos latinoamericanos, entre otros, dependen tecnológica mente de países más desarrollados; esta relación refuerza la dependencia económica, la cual se convierte en un factor que aumenta el abismo existente entre los países desarrollados y los que no los son.
El avance logrado por los países en vías de desarrollo, en este campo es realmente insignificante, comparado con el de los países industrializados.
La tecnología informática empleada en países americanos es la desarrollada en las naciones productoras de ésta industria, proviene principalmente de los Estados unidos, Japón, Alemania e Italia
Hasta la década de los 70, los países que componen la supuesta comunidad latinoamericana, concentraron los ordenadores en un 80% en las capitales; situación que refleja gran ausencia de éstas en las zonas rurales. Aproximadamente el 40% del costo total de los equipos instalados es cubierto por sector público y el 60% por el privado; sin embargo, el 90% de los equipos grandes y un 70% de los medianos, están instalados en instituciones del sector público. La aparición de los miniordenadores, modificó en gran forma esta situación, no obstante que no se pierde la dependencia de los países productores de artículos informáticos.
Si analizamos la utilidad del ordenador desde el punto de vista archivístico, observaremos que la iniciativa privada de los países americanos, utiliza sus equipos de cómputo, en un 98%, para la más rápida y efectiva realización de actividades de registro e impresión de documentos.
Los usuarios de los productos informáticos cuentan con mercados bien determinados. Sus productos son, en su mayoría, bienes de consumo y sus necesidades no van más allá de lograr una eficiente administración del papeleo interno. Esto ha motivado que la demanda de trabajo de técnicos en computación se circunscriba a programadores y analistas con conocimientos mínimos para sustituir trabajos manuales con el ordenador.
Por otra parte, los proveedores y las escuelas técnicas privadas preparan al personal sólo de acuerdo con las necesidades del mercado, creando un círculo vicioso, el cual origina que difícilmente el ordenador se utilice para realizar cambios notables en el funcionamiento de las organizaciones de capital privado de estos países.
Uno de los problemas más graves de nuestra época es la falta de control de la producción documental que trae consigo una pérdida de eficacia de los Archivos en su labor de recolección (reunión) y custodia (seguridad), acrecentando los factores que intervienen en la Selección, sin enumerar los distintos problemas que se presentan al realizar los Auxiliares Descriptivos.
Todo esto comporta serios problemas creando inseguridad y desconocimiento de las posibilidades reales de cada Archivo, llegando inclusive a un bloqueo parcial o total de la labor de difusión, tanto en lo que se refiere a la utilización de la información como el riesgo que conlleva la pérdida de los mismos.
Esta situación se acentúa más, cuando una gran mayoría de profesionales que dirigen o controlan los diferentes niveles jerárquicos de una institución, desconocen las posibilidades de aplicaciones de los ordenadores para realizar investigaciones y tareas de carácter no rutinario; además, carecen de técnicas matemáticas o de otra índole que permitan usar al ordenador para desarrollar y transformar a la empresa. Gran responsabilidad de estas situaciones se debe a la aparición de soportes lógicos con rutinas preestablecidas.
Tomemos en cuenta también, que la mayoría de los equipos instalados en el sector público y privado se utilizan en porcentajes muy por abajo de su capacidad, lo que motiva que muchas de estas instalaciones son puestas a disposición de terceros con el propósito de atenuar los costos demandados por el mantenimiento y renta.
Este hecho muestra que las decisiones de adquirir una ordenador y, en especial, la configuración y modelo de ésta, son tomadas a la ligera, o son superficiales o se dejan en manos de los proveedores, lo cual no garantiza la mejor selección.
La formación de técnicos en este campo ha quedado básicamente en manos de proveedores, lo que se antoja perjudicial para las instalaciones; los proveedores tienen como interés prioritario la expansión y crecimiento de su empresa y no el desarrollo de la institución usuaria. Las técnicas de uso y soporte, proporcionadas por el proveedor, para el manejo de estos equipos, son propios del país fabricante y han surgido de un medio donde la mano de obra es escasa, contrario a lo que sucede en la región; por tanto, al ser empleadas tales técnicas, para la sustitución de labores manuales administrativas, se refuerza el gran desempleo y subempleo de estos países.
El sector público, ha creado centros de investigación y desarrollo dentro de Instituciones gubernamentales y descentralizadas, donde el ordenador es utilizado para fines de optimización de recursos e incremento de la producción. También en algunas universidades se cuenta con centros donde se desarrollan aplicaciones y procesos dirigidos a la solución de problemas presentes en grandes sectores de la población, trabajos que darán resultados con la aplicación del ordenador y su revisión constante.
Los ordenadores representan un enorme costo para países con escasos recursos y balanzas deficitarias. Adquirir grandes equipos sin recuperar el capital invertido en insumos informáticos o aprovecharlos para un desarrollo social, significa que los costos sean más gravados, si consideramos que los equipos tiene que ser actualizados en forma permanente, bajo la responsabilidad de las organizaciones usuarias.
Si observamos cuidadosamente los aspectos de crecimiento, costo, y sobre todo, formación de técnicos, enfrentamos un futuro con una difícil situación, ya que de no cambiar el rumbo actual, lo único que haremos, será incrementar el despilfarro en el uso de técnicas poco apropiadas al desarrollo social de nuestro países, incrementando nuestra dependencia económica, generadora a su vez, de fuertes desequilibrios internos.
El problema no radica en el ordenador en sí, depende de la forma como se los utiliza, esto implica la necesidad de analizar correctamente las implicaciones de su uso, sea al reducido nivel de la institución, sea considerando el problema en forma global a nivel de la sociedad circundante, tomando en cuenta sus posibles repercusiones sociales.
Independiente de estos actos citados, se produce más daño en los Archivos, como consecuencia del manejo de INFORMACIÓN realizado por personas no especializadas, que, desconociendo los métodos de recuperación de información, realizan trabajos consuetudinarios subjetivos, que si bien solucionan problemas momentáneos de las instituciones, no logran un servicio idóneo de INFORMACIÓN adecuada, con las consiguientes consecuencias económicas de estas Instituciones.
Son razones valederas para estudiar las distintas características dentro de cada sistema propuesto, tomando en cuenta los avances tecnológicos y de la ejecución de Auxiliares Descriptivos supeditados a un eje principal de trabajo.
Los Auxiliares Descriptivos realizados en los Archivos deben propugnar el apoyo a un amplio espectro de ciencias; sobre todo en los documentos modernos, cuyo contenido es muy diverso y específico.
La búsqueda e inmediata localización de información requerida o documentación que facilite la lectura de contenidos documentales, se ha convertido en un problema fundamental en el desarrollo de la investigación científica y en los distintos aspectos burocráticos de las Instituciones. Está necesidad deja de ser un campo exclusivo de la profesión documental para extenderse al ciudadano medio, que requiere mayores conocimientos sobre la amplia variedad de temas que son de su interés.
Está necesidad se da sobre todo en el área de profesionales no archiveros, que permanentemente reúnen documentos que han de ser consultados en su futuro mediato o inmediato, con los consiguientes problemas de acumulación de papeles que entorpecen una rápida ubicación de la información requerida.
[1] Pecujlic, Moroslav. op. cit.
[2] Marx, Carl. Engels, Friedrich. Manifiesto del partido comunista. Lenguas extranjeras. Moscú. 1969.
[3] Pecujlic, Moroslav. op. cit.
Dejar comentario