Papel del Archivero en la Historia

Publicado el: 10/11/2012 / Leido: 7212 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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Papel del Archivero en la Historia

HALL, Austria (AP)" Los miembros de equipos forenses que retiraban la tierra de los restos de pacientes psiquiátricos de la era nazi estaban desconcertados: Los dedos esqueléticos estaban entrelazados en cuentas de rosarios. ¿Por qué"se preguntaron los expertos" los nazis, que consideraban a estas personas menos que humanos, los respetaron lo suficiente para dejarlos llevar sus símbolos religiosos a sus tumbas?

Resulta que no lo hicieron.

Un año después de que el primero de los 221 conjuntos de restos fue exhumado del ex cementerio de un hospital de Austria, los investigadores creen ahora que las cuentas no fueron más que una cínica cortina de humo, colocadas para hacer creer a los parientes que acudían a los entierros que los últimos momentos de las vidas de sus seres queridos fueron tan dignos como sus funerales.

Pero los esqueletos no mienten. Trabajo forense muestra que más de la mitad de las víctimas presentaban costillas rotas y otras fracturas por golpes, muy probablemente propinados por personal del hospital. Muchas murieron de enfermedades cono neumonía, aparentemente a causa de una combinación de lesiones físicas, falta de alimentos y en ocasiones permanecer inmóviles durante semanas.

Tampoco mienten los expedientes médicos, que muestran que el personal médico tachó a sus pacientes de "imbéciles", "idiotas" y "comedores inútiles".

De hecho, ahora no cabe duda que para muchos de los muertos"personas con discapacidades mentales y físicas consideradas escoria humana por los nazis" sus últimos meses de vida fueron un infierno en la Tierra.

El exterminio nazi de personas con deficiencias mentales y físicas ha sido documentado desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Pero la información recabada en el cementerio del hospital de Hall, un antiguo poblado tirolés de callejones estrechos y adoquinados, cómodas posadas y elegantes torres de iglesias al este de Innsbruck, ha completado el panorama en nuevas y escalofriantes maneras.

Historiadores, antropólogos, médicos y arqueólogos dicen que el proyecto en Hall representa la primera vez que los investigadores pueden comparar los registros médicos con los restos, lo que permite identificar, por ejemplo, casos en lo que los pacientes presentan costillas, nariz o clavículas rotas que no fueron reportadas en sus historiales médicos, sugiriendo que los pacientes fueron golpeados por quienes eran responsables de su atención.

Ante los horrores de los hallazgos, quienes participan en el proyecto luchan por mantener una postura objetiva.

"Al principio, me senté y trabajé con estos documentos de una manera relativamente seca, desde el punto de vista de un científico", dijo el psiquiatra Christian Haring. "Pero conforme uno va leyendo, de pronto se encuentra en un mundo en el que aparecen los escalofríos".

El antropólogo George McGlynn dijo que más de la mitad de los conjuntos de restos presentan huesos rotos, muchos de ellos no explicados en los registros médicos de los pacientes.

"¿Por qué un golpe en un dedo del pie es mencionado en tres (documentos) diferentes, pero seis fracturas de costilla que causan un dolor terrible ni siquiera son mencionadas?", cuestionó.

Si bien esas lesiones no producen una muerte de manera directa, muchas de ellas podrían haber llevado a la muerte. La causa de muerte de muchos de los pacientes aparece señalada como neumonía, y McGlynn dijo que la "escalofriante conclusión" es que las lesiones de costillas en combinación con la sedación y la inmovilidad forzada"se cree que a veces los pacientes estaban atados a sus camas durante semanas" podrían haber generado fatales incidencias de la enfermedad.

"Nadie fue ejecutado aquí de la manera como se podía ver en los campos de concentración", dijo. "Fue hecho de una manera más siniestra y artera: la gente era saturada con drogas hasta que sufría una infección pulmonar".

Un análisis forense de los huesos muestra infección que inició a nivel de la piel para luego "llegar directo al músculo y hasta el hueso", dijo McGlynn.

Otros aparentemente pasaron hambre, si bien no como para morir, sí hasta el punto en el que fueron susceptibles a enfermedades que luego les causaron la muerte.

"Podemos asumir que los pacientes sufrieron hambre masivamente", dijo Haring, el psiquiatra del proyecto, al hablar de las "enormes" pérdidas de peso.

Los nazis llamaban "vidas indignas" a quienes eran considerados demasiado enfermos, débiles o discapacitados como para ajustarse a la imagen de Hitler de una raza superior, en la terrible culminación del culto a la eugenesia que adquirió popularidad internacional a principios de la década de 1900 como una manera de mejorar la "calidad racial" de generaciones futuras.

"Los pacientes que con base en un juicio humano sean considerados incurables, pueden morir en eutanasia tras un exigente diagnóstico", escribió Hitler en un decreto de 1939 que abrió las puertas a los asesinatos en masa.

Más de 70.000 de esas personas murieron, en cámaras de gas o asesinadas de alguna otra forma entre 1939 y 1941, cuando las protestas públicas detuvieron la mayoría de las masacres de gran escala. Desde entonces y hasta finales de la guerra en 1945, las muertes continuaron a manos de médicos y enfermeras. En total, al menos 200.000 personas con alguna discapacidad física o mental fueron asesinadas con medicamentos, de hambre, por abandono o en las cámaras de gases durante la guerra.

Después de 1941, de acuerdo con McGlynn, "muchas de las instituciones más pequeñas recibieron libertades plenas para hacerse cargo de las cosas por ellas mismas. Las personas ya no eran trasladadas a los centros (de muerte). Eran puestas a dormir en el lugar".

Cientos de pacientes psiquiátricos de Hall estuvieron entre quienes fueron enviados a centros de muerte antes de 1941, pero lo que sucedió después era desconocido hasta hace dos años, cuando un archivista que revisaba viejos expedientes del hospital descubrió el cementerio durante una expansión de las instalaciones hospitalarias.

Los registros muestran que conforme la guerra avanzaba, y hombres y mujeres sanos escasearon en los frentes de combate, los nazis realizaron cínicos ajustes en sus criterios de valoración de los pacientes.

"'Digno de vivir' e 'indigno de vivir' fueron los términos usados en ese entonces", dijo Haring. "La diferencia era la capacidad de trabajar o no".

Extractos de historiales médicos proporcionados a The Associated Press describen a uno de los pacientes presentando "imbecilidad", pero la mayoría de las descripciones eran objetivas, injustificadas o degradantes. McGlynn, sin embargo, dijo que él revisó los registros que mostraban abuso emocional además de la violencia física, de lo que los restos dan fe.

"La gente era amenazada: 'Si no haces esto, vamos a introducir este tubo por tu nariz y llenarte de cosas''', dijo. "Estas personas estuvieron a merced de sus captores".

Otras evidencias respaldan sus hallazgos.

Los documentos muestran que el cementerio fue creado en 1942, un año después del final formal de la campaña de asesinatos masivos que impedía que los pacientes de Hall pudieran ser enviados a las cámaras de gas. Las instalaciones fueron cerradas y abandonadas en 1945, cuando la guerra terminó. Durante ese tiempo, las muertes en las salas psiquiátricas aumentaron en un promedio de 4% al mes a principios de 1942 hasta llegar hasta 20% en algunos meses antes del final de la guerra.

Haring, un hombre afable y de voz suave, tiembla evidentemente al hablar de los horrores perpetrados por la generación previa de psiquiatras. Pero dudó al asignar una culpa individual a alguien inmiscuido en la maquinaria inhumana del Tercer Reich.

"Resulta fácil para nosotros señalar con el dedo y decir '¿qué han hecho?''', dijo. "Pero... no estoy seguro de que yo hubiera actuado de manera diferente. Simplemente estuvimos paralizados".

Publicado el: 10/11/2012 / Leido: 7212 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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