Publicado el: 27/05/2012 / Leido: 6757 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0
"Este Archivo no es flor de un día, sino una labor desde el siglo XIII"
El responsable de este espacio desgrana el trabajo que allí se desempeña, crucial para el ciudadano y la Administración; un importante patrimonio documental a la espera de una nueva ubicación
Manuel Antonio Barea (Jerez, 1966), así se llama
para complacer a los dos abuelos. No fue nunca un amante de los libros, del
soporte en sí, lo fue más de las historias, las novelas, los tebeos, como 'El
guerrero del antifaz', 'El capitán Trueno', 'Ivanhoe', 'El jabato'..., que,
como una pescadilla, le hacen amar el papel. Licenciado en Historia por la UCA,
técnico especialista en Archivística, Biblioteconomía y Documentación, ha
pasado por el Archivo Diocesano, donde reconoce que aprendió el oficio junto a
Domingo Gil Baro, director del Archivo y Biblioteca del Obispado de Jerez. Ha
organizado fondos como los de las Bibliotecas Universitaria y la Provincial de
Huelva, ha sido consultor de archivos de Gas Natural, Sevillana de
Electricidad, Unicaja, Caja de Ronda y ha organizado los de Pedro Domecq y
González Byass. Es director del Archivo Municipal desde hace siete años.
-Mejor que archivero municipal, que suena un tanto despectivo, ¿no prefiere que
le llamen salvaguarda del legado documental de la ciudad?
-El oficio de archivero es aquel que se dedica a trabajar y organizar los
archivos, pero estoy de acuerdo en que es un nombre feo de escuchar. Pero los
americanos utilizan archivista, que es bastante más bonito, lo que pasa que se
asemeja a una figura más mitológica. También están los muebles archivadores,
que se nos asimilan (bromea). No, en serio, es una profesión muy bonita que
habría que reconocer y realzar. Para mí es un honor ser archivero y en este
caso, archivero municipal.
-¿En qué consiste el oficio exactamente?
-Reunir, conservar y difundir el patrimonio documental, es decir, los
documentos generados por Jerez en toda su historia, esto es, desde el siglo
XIII hasta la actualidad y continúa. Y el Archivo y archivero somos también
garantes documentales de la documentación que está conservada, hacia el
administrado y hacia la Administración, es decir, hacia el ciudadano y hacia el
Ayuntamiento. Por ejemplo, si un ciudadano ha perdido una licencia de apertura
aquí se puede localizar, o para la documentación histórica, porque han existido
pleitos en los que el Archivo se ha personado como garante porque se
localizaron ciertos documentos medievales necesarios. También tenemos una fase
que es la administración y gestión de documentos, y es que los papeles son
necesarios hasta cierto punto, que pasan a tener valores históricos. En ese
camino somos los encargados de hacer un expurgo de los que ya no tienen
utilidad alguna.
-¿Qué pasaría si no existiera el Archivo Municipal?
-Habría opacidad del Ayuntamiento y una ralentización de procedimientos y
actividades por la no localización de documentos necesarios o que garanticen el
acceso a la información por parte de los mismos ciudadanos. Ahora tenemos el
caso concreto de los 'niños robados', y el Archivo concentra la documentación
del antiguo Hospital Municipal y nos piden información al respecto. No nos
quedamos en el mundo de la cultura y del patrimonio, sino que somos elementos
vertebradores de una empresa moderna que es lo que pretende ser el Ayuntamiento
de Jerez.
-El Archivo es además uno de los más importantes de Andalucía.
-Efectivamente, somos posiblemente el tercer archivo municipal de Andalucía en
base a hitos como las Actas Capitulares, conservadas desde 1406, o índices,
contribuciones, registro civil, que son únicos en España. Por convenio con el
Colegio Notarial de Sevilla tenemos los Protocolos Notariales, unos 5.000,
siendo el más antiguo de 1392, de la Corona de Castilla. Tenemos donaciones
privadas y de empresas que han ido enriqueciendo el Archivo. Somos una especie
de depósito documental de la ciudad y algo parecido al Cubo de Rubik ya que nos
quedan una serie de cuadrados por girar que son los archivos privados, que nos
permiten conocer mejor Jerez.
-Pero todavía hay que reconocer la labor que aquí se desarrolla.
-Sí, porque el mismo concepto de archivero parece una cosa rara, extraña y
oscura. Y es todo lo contrario, el Archivo como garante es el que da
transparencia a la Administración. Bueno, hemos realizado una Jornada de
Archivos Privados que ha potenciado el reconocimiento de los donantes
existentes y la futura entrada de nuevos, algunos ya previstos. El Ayuntamiento
ya ha adelantado que se celebrarán más jornadas de este tipo, y el próximo día
9 celebraremos el Día de los Archivos con numerosas actividades.
-¿En qué fase está ahora el Archivo?
-En una etapa de casi reestructuración no en cuanto a personal, porque estamos
viviendo una crisis, sino que estamos entrando en el mundo virtual en cuanto
que estamos generando muchos archivos digitalizados, continuamos con el
convenio firmado con la Sociedad Genealógica de Utah para la digitalización de
fondos genealógicos, estamos planteando la nueva página web... El mundo digital
ha aportado mucho porque nos permite tener bien conservados los documentos y
así el original casi que no se toca. Es una forma de reconocer y difundir el
Archivo, que antes era muy difícil.
-¿Qué le falta al Archivo Municipal?
-La prioritaria, y creo que está en cartera, aunque ahora mismo estamos en
crisis, es un nuevo edificio que contemple una serie de características
concretas. Actualmente tenemos cedida una parte de la Biblioteca para el
Archivo pero no contiene los elementos básicos como una sala de investigación
con unas dimensiones diferentes, mejor control de elementos ambientales... Esto
no deja de ser el Banco de España de Jerez, un edificio precioso, pero con unos
techos altísimos. Es necesario un nuevo edificio de Archivo para que podamos
organizar, describir y difundir mejor y para que la ciudad tenga un elemento
indispensable que es un Archivo Municipal, en un sitio de postín.
-¿Se ha hablado de alguna ubicación en concreto?
-Ha habido muchas propuestas como el edificio de Telefónica, la casa de Primo
de Rivera anexa a la Biblioteca, Villapanés, cascos de bodegas, Riquelme... Un
espacio que pueda contener tanto los documentos administrativos como los
históricos.
-¿A qué aspira ahora?
-A salir de esta crisis y a mantener los servicios, a continuar divulgando,
ampliando el conocimiento y optimizando los procedimientos del Archivo.
-¿El archivero nace o se hace?
-Nace y se hace, debe tener un carácter servicial.
-¿Lo mejor y lo peor de la profesión?
-Lo mejor: la dignidad, tener un archivo magnífico, extensísimo, precioso, el
contacto con los investigadores y los ciudadanos. Se aprende continuamente. Lo
peor: muchas veces no se nos reconoce la labor, no se nos ve. Aunque creo que
es algo que está cambiando. Y aprovecho para reivindicar la continuación del
oficio, a seguir con el aprendizaje. Los archivos se organizan en muchas
generaciones y aquí pervive el espíritu de todos los archiveros que han pasado
por este espacio. No somos flor de un día, sino una labor desde el siglo XIII.
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