Cooperación archivística y patrimonio cultural: el aceso informacional a las fuentes de Historia do Brasil existentes en Europa (1995-2012)

Publicado el: 02/07/2016 / Leido: 7800 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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Cooperación archivística y património cultural: el aceso informacional a las fuentes de Historia do Brasil existentes en Europa (1995-2012)

 

 

Heloísa Liberalli Bellotto Profesora Doctora. Universidad de São Paulo. Brasil.

 

El llamado “Projeto Resgate de Documentação Histórica Barão do Rio Branco”, del Ministerio de Cultura de Brasil con apoyo del de Relaciones Exteriores, de distintas universidades y otras instituciones ligadas a la cultura y a la investigación de todo el país, es un proyecto de cooperación archivística del gobierno brasileño con distintos gobiernos de países, sobretodo europeos, representados por sus archivos nacionales y otros, con fines de “rescatar” informaciones de interés para su historia por medio de la identificación, descripción, microfilmación, digitalización y difusión de documentos existentes en aquellos archivos.

Los documentos que se hallan en los archivos públicos han sido creados por razones administrativas, jurídicas, técnicas, científicas etc. y que, considerados de valor informacional permanente entre los que han sido criteriosamente eliminados, fueron preservados, pasando a integrar el patrimonio cultural en la categoría de patrimonio documental de una comunidad, región o país.

Los acervos documentales permanentes son patrimonios documentales y forman parte de un patrimonio histórico. Esto es considerado, por algunos autores, como segmento del patrimonio cultural de una nación o de un pueblo (LEMOS, 1981), con la sutil diferencia de que los elementos del  patrimonio cultural están siempre en “andadura”, en producción y uso inmediato y los elementos del patrimonio histórico son productos acabados, son, más que todo,

 

 

 

testimonios, pruebas y, por eso mismo, muchas veces, casi como muestreo del que ya ha sido utilizado en su finalidad inmediata de creación. Así el contenido formal y informativo de los archivos permanentes/históricos es patrimonio histórico/cultural, tanto cuanto el patrimonio edificado.

En realidad, ese contenido es constituido por los mismos documentos, generados por la sociedad, pero que ya no actúan como pruebas jurídico- administrativas, y sí como testimonios socio-culturales. Los países que han sido colonizados por otros, además de su propio patrimonio cultural, cuando ya independientes, pasan a tener interés histórico también en las  informaciones sobre si mismo que forman parte del patrimonio cultural del país colonizador. Lo que de cierta forma también es “su” patrimonio, aunque no sea su “propiedad”. La ética archivística y los fundamentos jurídicos de la cuestión de la jurisdicción archivística no les permitirá tener materialmente esos documentos, pero los interesados podrán obtener todas las informaciones que necesiten por medio del trabajo de investigación contando con las nuevas tecnologías para trabajos de reproducción. Una resolución de la UNESCO en 1974 incentivaba los Estados- miembros a “examinar favorablemente la posibilidad de transferir informaciones contenidas en documentos procedentes de archivos pertenecientes a otros países con referencias a su propia historia. Consideraba como “patrimonio común los documentos del pasado de países ligados anteriormente por lazos de colonialismo” (SANTOS, 2007).

El Derecho Internacional reconoce que todos los países pueden y deben tener acceso pleno a las fuentes de información de su historia aunque muchas de ellas están en otros países. Pero, de otra parte, la Legislación Archivística y la Administración Pública preconizan la permanencia física de los suportes documentales originales tradicionales en sus propios domicilios archivísticos de producción/recibimiento/acumulación. Hoy día esa aparente dificultad puede ser perfectamente contornada por un trabajo de identificación, referencia y descripción de aquellas fuentes en instrumentos de descripción y, de forma más radical, por medio de la microfilmación y de la digitalización de los documentos. Con eso, los historiadores de un país podrán tener en manos las informaciones que se hallan en otro país de manera inequívoca, clara y directa, gracias a los proyectos de cooperación archivística. Por supuesto que debe haber todo un planeamiento con criterios definidos, entendimientos diplomáticos previos entre

 

 

 

las partes interesadas (gobiernos, instituciones archivísticas), estudios de prioridades, disponibilidades de recursos humanos, financieros y técnicos. Muchos archivos nacionales practican políticas restrictivas de microfilmación y digitalización en masa de sus documentos basados en la convicción de que podrá haber usos indebidos en el sentido de la seguridad e imagen de aquel país en el la comunidad internacional.

Pero sin duda es derecho incontestable que “un país puede obtener en otros países que, por alguna razón han estado ligados a su propio pasado, la referencia, la descripción y la reproducción de los recursos documentales de interés parea el estudio de su pasado, por medio de proyectos internacionales de descripción archivística”  (BELLOTTO, 2010).

Muchos de esos programas internacionales, algunos con supervisión del Consejo Internacional de Archivos, ya han sido llevados a cabo con éxito, por ejemplo, en Hungría y Polonia, en el Reino Unido y España con algunas de sus respectivas sus ex-colonias (datos de SZEDÖ, 1966 y BORSA, 1976), además de Portugal y Brasil, objeto de esa conferencia.

El Proyecto Resgate es intitulado Barão de Rio Branco como homenaje al ese titular de la nobleza brasileña en tiempos del Imperador D. Pedro II porque él, durante su gestión a frente del Ministerio de Negocios Extranjeros (Relações Exteriores), en inícios del siglo XX, haber se interesado sobremanera por la recuperación de la información histórioca brasileña, incentivando y promovendo la estada de paleógrafos, historiadores y escritores en archivos europeos para que copiasen documentos de nuestro interes.

En el siglo XIX, dentro de los parámetros de la filosofía y historiografía positivistas y de la preocupación con la afirmación de las nacionalidades, han surgido en todo el mundo occidental las grandes instituciones a servicio de la cultura, de la investigación y el culto a los símbolos nacionales y de la organización burocrática, que eran los grandes archivos, bibliotecas y museos. En Brasil, en Río de Janeiro, en tiempos imperiales, surgen la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Bellas Artes, el Archivo Nacional y el Instituto Histórico y Geográfico Brasileño. Esas dos últimas, con apoyo del imperador D. Pedro II, pasaran a enviar a Europa eminentes historiadores, literatos y paleógrafos, pagados por el poder público para “rescatar” informaciones de interés histórico para Brasil.  En las décadas de 1970 e 1980 do siglo XX fueron hechas tentativas

 

 

 

gubernamentales sin éxito en el sentido de dar suporte a personas o grupo de investigadores que pudiesen buscar documentos de interese brasileño en Europa. La idea en torno a nuevos proyectos de descripción de documentos referentes a Brasil fuera de sus fronteras ha sido fortalecida cuando se preparaban en Brasil las conmemoraciones de los centenarios de la liberación de los esclavos (1988), de la proclamación de la República (1989), el bicentenario de la “Inconfidência Mineira” (el primer movimiento importante contra la dominación portuguesa) (1989) y también los 500 años de la llegada de los portugueses al país,

El inicio de la actual cooperación bilateral Brasil-Portugal para la disponibilidad de informaciones históricas de Brasil en archivos portugueses es en 1987, cuando de los esfuerzos del historiador brasileño Caio Boschi para describir documentos concernientes al estado brasileño de Minas Gerais en el Archivo Histórico Ultramarino de Lisboa con su grupo de archivistas y investigadores brasileños y portugueses. Ese comienzo ha evolucionado hacia la creación, en 1995, de la Comisión Bilateral Luso-Brasileña de Salvaguarda y Divulgación del Patrimonio Documental (COLUSO) que fijaba como “objetivo principal hacer disponibles documentos históricos relativos a Brasil en archivos de otros países, sobretodo Portugal y demás países europeos con los cuales hemos tenido una historia colonial sobrepuesta” (SANTOS, 2007). El ejemplo dado  por  Minas Gerais pasó a ser seguido en 1995/1996, por el establecimiento del Proyecto Resgate que adoptó la misma metodología ahora de forma más sistematiza y institucionalizada para los otros conjuntos documentales, dentro del Fondo Brasil, referentes a las demás antiguas capitanías coloniales como se presentaban en la segunda mitad del siglo XVIII: São José do Rio Negro (actual Amazonas), Pará, Maranhão, Ceará, Piauí, Rio Grande do Norte, Pernambuco, Alagoas, Paraíba, Sergipe, Bahia, Goiás, Mato Grosso, Espírito Santo, São Paulo, Santa Catarina, Rio Grande do Sul, Rio de Janeiro.

La elección del Archivo Histórico Ultramarino como el gran cuore del Proyecto es justificada por contener el 80% de los documentos referentes al período colonial brasileño que se encuentran en el extranjero. Allí  están  los fondos del Consejo Ultramarino y de la Secretaria de Marina y Ultramar. El Consejo surge luego de la Restauración Portuguesa en 1640 (cuando se separó de España a la cual estaba unida desde 1580 por razones dinásticas) y el rey D. João IV ha sentido la necesidad de crear un tribunal con el objetivo de centralizar

 

 

 

la administración colonial, semejante al Consejo de Indias que, en España, se encargaba de las posesiones en América. Órgano cuya esfera de actuación era larga, pues según su Regimiento, al Consejo competían todos los negocios de cualquier tipo referentes a la “India, Brasil, Guiné, São Tomé, Cabo Verde, restantes partes ultramarinas e lugares de África”, bien como la gestión de Hacienda en todos los dominios ultramarinos, nombrando los responsables por todos los cargos de Justicia, Guerra y Hacienda y teniendo el control de toda navegación  hacia dichos dominios.

En 1736 fue creada la Secretaria de Estado de Marina y Ultramar, que, además de las atribuciones generales de la Marina portuguesa, también se encargaba de cuestiones coloniales de la Justicia, comercio, las entradas  y salidas monetarias de la Hacienda Real, el gobierno de los territorios del imperio, las misiones religiosas, los nombramientos de gobernadores, capitanes generales, virreyes, y todos los cargos civiles y militares del ultramar. En realidad, la Secretaria terminó por retirar muchas de las competencias del Consejo, lo que poco a poco lo fue tornando menos importante.

Además la esa documentación más anticua, ese importante repositorio es heredero, desde de la década de los años 30 del siglo 20, del antiguo Archivo del Ministerio de las Colonias, donde se centralizaba la documentación procedente de los distintos órganos  de la administración de las posesiones portuguesas en África, América y Asia. Aquél ministerio tenia 2 secciones: la primera comprendía los documentos con fechas desde del siglo XVI hasta 1833 (Fondos Conselho Ultramarino, núcleos documentales oriundos del Conselho da Fazenda, de la Mesa da Consciência e Ordens, de la Casa da Índia, del Conselho da índia y Secretaria de Estado da Marinha e Ultramar) y la segunda, la documentación posterior a 1833 (de la misma Secretaria y del más reciente Ministério del Ultramar) (ABRANCHES, 1997).

Por tanto, lo que tenemos hoy es un inmenso deposito que custodia la documentación referente a todas las colonias del antiguo imperio portugués: Cabo Verde, Guiné Bissau, São Tomé e Príncipe, Angola, Mozambique, Índia (Goa), Macau, Timor, Madeira, Azores (esas dos ultimas, islas en la costa de África pero que hoy día forman parte de Portugal), Ceuta (en el norte de África, hoy formando parte de España) y Brasil (constituido por 18 capitanías), documentación fechada entre el siglo XVI y el siglo XX.

 

 

 

El Archivo Histórico Ultramarino, no siendo el archivo nacional portugués, no guarda los originales de los actos dispositivos de la Corona, ni los documentos emanados de las chancillerías de los reyes, ni registros de órganos administrativos en general, pero, por medio de los documentos que reflejan el día- a-día de las distantes colonias, demuestran el verdadero pulsar de la administración hasta los mínimos detalles de la red burocrática. Eso porque el Consejo Ultramarino y la Secretaria de Marina y Ultramar eran órganos destinados a resolver cuestiones más burocráticas y administrativas, y no propiamente las políticas, Y es por eso que en esos documentos los historiadores pueden encontrar los testimonios del desarrollo cotidiano de aquellas colonias e, entre ellas, Brasil.

Cuando se hizo la reorganización del Archivo del antiguo Ministerio de Colonias pasando a “Arquivo Histórico Ultramarino”, alguna parte, la de los Códices del Consejo, por ejemplo, han permanecido sin cambios de organización, incluso porque los Códices son encuadernados y constituyen unidades materiales inseparables. Pero la parte más grande de los documentos sueltos, acondicionados en cajas metálicas, fueron reorganizados en grandes divisiones correspondientes a las ex-colonias del imperio portugués, como Brasil, Angola, Mozambique, Cabo Verde y otras. En el caso brasileño, todos los documentos de ese núcleo, aproximadamente 300 mil, están divididos por las divisiones del país en la segunda mitad del siglo XVIII: en capitanías generales que corresponden, más o menos, a los actuales estados de la federación brasileña. Y dentro de esa clasificación, los documentos han sido dispuestos en estricto orden cronológico. Y fue así que el Proyecto ha trabajado con los documentos. No cabía a nosotros hacer clasificaciones, agrupamientos o otros cambios en el cuadro formal de los documentos y sí solamente describirlos.

.Bajo la coordinación de la Doctora Esther Caldas Bertoletti, desde 1995 asesora especial del Ministro de Cultura de Brasil, el Proyecto, entonces establecido, empezó sus actividades en ese Archivo y en muchos otros. Atacó en muchos frontes, contando con um grupo cambiante de más de una centena de archivistas, historiadores y investigadores, predominantemente brasileños, pero también algunos estranjeiros, que han actuado en archivos de Portugal, Espanha, Itália, Vaticano, Reino Unido, Austria, Francia y Países Bajos (Holanda). Se en Portugal se ha trabajdo más en el no sentido del levantamento, identificacción,

 

 

 

referencia, lectura y analisis documental, así como elaboración de resumenes individualizados de los documentos para la composición de catálogos, en los otros países se ha trabajado de forma más resumida y general, confeccionandose las guías de fuentes. La elección por elaborar guías y no catálogos es porque no había la cuantidad y la consistencia de informaciones y documentos como en Portugal y sí fuentes esporádicas, aisladas y en número mucho menor. La excepción es para España, porque en razón de sus más estrechas ligaciones con Portugal y con Brasil había documentos de más interés e importancia. Em ambos casos la sequencia ha sido la microfilmacción y la digitalización.

.   Como metodología de composición de los catálogos y guías fue tomado el programa de la UNESCO del Guía de Fuentes para la Historia de las Naciones, pero más ambicioso, ya que, iba, al menos en Portugal, más allá de la referencia sencilla, elaborando catálogos constituidos de resúmenes unitarios, introducciones temáticas, metodológicas y técnicas, además de índices temáticos, onomásticos y topográficos. Y más – y es esa la gran característica distintiva del Proyecto en relación a los demás proyectos semejantes – es que fue hecha la microfilmación total de los documentos, siendo que en el topo de cada fotograma inicial de cada documento consta la reproducción del respectivo resumen, siendo luego los microfilmes pasados a CD-Roms. Es decir la digitalización fue posterior a la microfilmación y no al contrario. Así, para cada conjunto documental básico hay un catálogo, rollos de microfilmes e CD-Roms, de acuerdo con la extensión del respectivo material.

Con la finalización de ese Proyecto “se abren para la Historia de Brasil posibilidades de investigación en campos antes poco explotados. Se puede mencionar el derecho administrativo luso-brasileño, las relaciones sociales entre los colonos y los funcionarios portugueses, las disputas de jurisdicción geopolítica entre distritos, municipios, capitanías y gobiernos generales… Se podrá mejor estudiar las luchas de poder entre las distintas autoridades delegadas portuguesas en su actuación en Brasil” (BELLOTTO, 2000)

Antes lo que se hacia microfilmación esporádica, con muchas restricciones, muchos cuidados, autorizaciones difíciles de obtener, etc. y muchas veces, por la fragmentación de informaciones, acababa por no ser útil a los investigadores. Pero, como afirma la coordinadora general del Proyecto, Esther Caldas Bertoletti, “lo que hacemos ahora es una microfilmación sistemática, de

 

 

 

punta a punta. Sin excepción alguna”. Eso sirve mejor a los historiadores. “Hoy día la historiografía preconiza que un documento no habla solo. El se incluye en un contexto e habla con otros documentos…” (BERTOLETTI, 2000)

Los números son significativos: en los trabajos de identificación, análisis y elaboración de resúmenes han actuado más de 100 especialistas, entre archivistas, historiadores, y investigadores; 21 catálogos publicados, apoyo financiero y logístico de 112 instituciones públicas o privadas (entre ellas casi todos los archivos públicos de los 26 estados de la federación brasileña), 40 universidades públicas o privadas, 8 fundaciones de amparo a la investigación, 12 fundaciones culturales privadas, 4 gobiernos municipales, 8 ministerios, 28 institutos histórico-geográficos, 18 empresas privadas, 3 instituciones públicas portuguesas (Arquivo Histórico Ultramarino, Archivo Nacional da Torre do Tombo, Comissão Nacional para as Comemorações dos Descobrimentos Portugueses) además de la contribución de la Fundação Calouste Gulbenkian, de Portugal. Aún en números, solamente en el Archivo Histórico Ultramarino, han sido trabajadas aproximadamente 2400 cajas (de acero), conteniendo unos 300.000 documentos (entre documentos principales y anejos), que han sido leídas, releídas, resumidos y en forma microfilmada y digitalizada fueron transferidas a Brasil y, hoy día, casi totalmente disponibles a los investigadores (BERTOLETTI et alii, 2012).

El proceso de microfilmación hay obedecido a todas las más modernas normas internacionales y los microfilmes han sido duplicados en 4 conjuntos que han sido traídos para Brasil, se quedando en Lisboa la copia master y una copia para uso de la investigación. En la Biblioteca Nacional de Rio de Janeiro se conserva una copia de seguridad. Un negativo de segunda generación, sales de plata y otra copia negativa hay sido entregado, con los rollos de microfilmes y dos CD-Roms correspondientes a los documentos de cada estado de la federación brasileña, a sus respectivos archivos públicos estaduales. Tanto en eses archivos como en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro hay copias positivas para uso de la investigación.

Otra etapa del trabajo ha sido la digitalización, como forma de ampliar aún más el acceso y la democratización plena de ese acceso. Para tanto ha sido contratada una empresa especializada que ha desarrollado un software “mono- usuario” de investigación adecuado a las necesidades del Proyecto y para la digitalización automática de los rollos de microfilmes. Ha sido creada una base de

 

 

 

datos, que indica las principales informaciones en medios apropiadas a los conceptos internacionales, y en la cual el investigador podrá ir directamente al documento que le interesa sin necesidad de pasar una a una, miles de páginas.

Las ventajes explicadas por los especialistas encargados de la elaboración de estos sistemas de microfilmación y digitalización es que, según ellos, se preserva la memoria histórica brasileña, se facilita la reproducción de informaciones de valor histórico, se formulan padrones sobre la forma de busca dentro de modelos internacionales y se obtiene un rápido acceso.

Con relación a los guías de los documentos de interés de Brasil existentes en algunos archivos de Europa y Estados Unidos, algunos ya fueron publicados, otros están en vías de ser publicados (en Brasil o en sus países de origen que son Italia, Vaticano y Reino Unido), sendo que en Estados Unidos, Austria y Bélgica, los trabajos de selección y descripción de las fuentes no están aún terminados. Las guías (que no contienen descripción unitaria y sí indicaciones ya de los conjuntos documentales donde hayan referencias a Brasil) ya publicados son :

 

 

1.            Guia de Fontes para a História do Brasil Holandês. Brasília, MINC, Fundação Joaquim Nabuco, Editora Massangana, 2001. 378 p. con indicación de siete archivos holandeses y referencias de fondos documentales del período del gobierno de Maurício de Nassau en Pernambuco; 2. Guia de Fontes para a História Franco-Brasileira: Brasil colônia, Vice-reinado e Reino Unido. 2001. 304p. con indicación de 32 archivos y bibliotecas en Paris y otras ciudades francesas donde hay documentos manuscritos sobre Brasil; 3. Guía de fuentes manuscritas para la historia de Brasil conservadas en España / Guia de fontes manuscritas para a história do Brasil conservadas na Espanha. Madrid, Fundación Mapfre Tavera/ Ministerio da Cultura do Brasil 2002. 702 p. con indicación de 38 archivos y bibliotecas en Madrid y otras ciudades españolas donde hay documentos de interés para la historia de Brasil; 4. Guia de Fontes: o Brasil nos arquivos britânicos e irlandeses. Oxford, Universidade de Oxford, 2007 (edição em língua portuguesa e outra em inglês) con indicaciones de las fuentes de interés para la historia de Brasil; 5. Guia dos Arquivos Americanos sobre o Brasil. Brasília, Fundação Alexandre de  Gusmão, 2010. presentando resumenes sobre documentación referente a Brasil en archivos y bibliotecas (en especial las presidenciales) de Washington y de otras ciudades em Estados Unidos.

 

Se puede destacar 2 de esos guías: el de España y el de Holanda. Es natural que para la Historia de Brasil el Guía de España sea el más importante, no solo por las fronteras que tiene el país con 7 países ex-colonias españolas pero

 

 

 

también en razón de las relaciones ora de paz ora de guerra entre Portugal y el único país con el cual tiene frontera: España. Incluso hubo el período entre 1580 y 1640 de la Unión Ibérica, es decir, los dos países bajo la corona de los Austrias. El Guía comprende documentos de algunos archivos nacionales de España: del Archivo Histórico Nacional, del Archivo General de Simancas y del Archivo General de Índias. También de aquel período de la Unión de las Dos Coronas viene la importancia del Guía de los Países Bajos, una vez que las invasiones y la permanencia holandesa en Bahia y Pernambuco por casi 10 años fueron motivadas por las hostilidades entre Holanda y España. En el guía están identificados y resumidos documentos del Archivo General del Estado Holandés, algunos archivos municipales y el archivo de la Casa Real.

 

Cuanto a los catálogos de la parte del Archivo Histórico Ultramarino de Lisboa – el fondo Brasil – son ellos correspondientes a cada una de sus divisiones en capitanias (actuales estados), como ya hemos dicho y los ya publicados son:

 

 

1.                       Capitania do Espírito Santo (1585-1822), 1998. 169p. 549 documentos microfilmados en 7 rollos y 2 CD-Roms; 2. Capitania de Goiás (1731-1822) , 2001. 533p. 2950 documentos microfilmados en

73 rollos y 7 CD-Roms;. 3. Capitania de Mato Grosso (1720-1822), 1999. 526p. 2212 documentos microfilmados en 39 rollos y 9 6C D- Roms; .4. Capitania de Minas Gerais (1680-1832), 2000 3v, . 13.969 documentos microfilmados en 174 rollos y 54 CD-Roms, 5. Capitania de Alagoas (1680-1826), 2000. 190p. 532 documentos microfilmados en 9 rollos y 2 CD-Rom; 6. Códices do Fundo do Conselho Ultramarino (1605-1833), 2000. 183p. 939 códices microfilmados en 222 rolos y 44 CD-Roms, 7. Capitania da Paraíba (1593-1826), 2002. 663p. 3.523 documentos microfilmados en 57 rollos y 6 CD-Roms; 7. Capitania do Rio Grande do Norte (1623- 1823), 2002. 218p. 684 documentos microfilmados en 12 rollos y 1 CD-Rom; 8. Capitania do Rio Grande do Sul (1732-1825) 239p. documentos microfilmados en 15 rollos y 2 CD-Roms; 9. Capitania do Rio Negro (1723-1825), 2000. 249p. 750 documentos microfilmados en 21 rollos y 2 CD-Roms; 10.Capitania do Ceará (1618-1832). 1999. 358p. 1.436 documentos microfilmados en 22 rollos y 3 CD-Roms. 12. Capitania de Santa Catarina (1717-1827), 2002. 174p. 619 documentos microfilmados en 11 rollos y 1 CD- Rom; 13. Capitania de São Paulo (1618-1830), 2002. 3v. 6 496 documentos microfilmados em 103 rollos y 11 CD-Roms; 14. Capitania de Sergipe (1619-1822), 2002. 185p. 495 documentos microfilmados en 7 rollos y 2 CD-Roms; 15. Colônia do Sacramento e Rio da Prata (1618-1828), 2002. 376p. 935 documentos microfilmados en 14 rollos y 2 CD-Roms; 16. Secretaria do Conselho Ultramarino (1642-1833) 299p. 389 documentos microfilmados en

 

 

 

22 rollos y 1 CD-Rom; 17. Capitania do Piauí (1684-1828), 2002. 350p. 1716 documentos microfilmados en  37 rollos y 5 CD-Roms;

18. Capitania do Maranhão (1614-1833), 662 p. 13118 documentos microfilmados en 199 rollos y 14 CD-Roms; 19. Capitania do Pará (1616-1833), 1204 p. 3 volumes. 12690 documentos microfilmados en 178 rollos y 16 CD-Roms; 20. Capitania de Pernambuco (1590- 1826), 2007. 1837p. 4 volumes. 20029 documentos microfilmados en 336 rollos y 25 CD-Roms; 21. Capitania da Bahia (1604-1828), 2008. 2 volumes. 19610 documentos microfilmados en 293 rollos y

32 CD-Roms; 22. Conselho Ultramarino Diversos (1581-1834) (dividido en las secciones: Ultramar; Serviço de Partes; Visita do Ouro; Contratos do Sal; Brasil-Geral, 2011. 622p. 7728 documentos microfilmados en 100 rollos y 12 CD-Roms. (Aguardan publicación: los catálogos ya hechos por los grupos de trabajo del Proyecto Resgate de los documentos de la Capitania de Rio de Janeiro y lo de la Cartografía y Iconografía Manuscrita, también referentes a Brasil

 

 

La forma como hemos trabajado la descripción de esa totalidad de documentos-Brasil, como se puede denominarlos, no ha obedecido las normas internacionales de descripción por niveles de documentos de archivo, preconizada por el Consejo Internacional de Archivos y, desde los años 90 del siglo pasado, en uso casi general en el medio archivístico mundial. La razón es fácil de ser comprendida: La dirección del Archivo Histórico Ultramarino nos ha autorizado a describir documentos concernientes a nuestra historia, pero no hemos sido llamados a reorganizar su cuadro de fondos y ni la ordenación interna de dichos fondos.

El modelo-padrón del ”verbete” (identificación y resumen, en media 5 líneas), establecido desde los primeros momentos del Proyecto en reuniones conjuntas entre los miembros brasileños y el cuerpo científico del Archivo, se quedó en: fecha (ano, mes, día) Cuando no la hay se usa una fecha posible sacada del documento o de sus anexos, antecedida de “ant.” o “post” (como se puede ver en uno de los ejemplos abajo). 1. Tipo documental. 2. Cargo y función del autor. 3. Nombre del autor. 4. Su título de nobleza, si hay. 5. El verbo que designa la función del dicho documento.6. El tema propiamente dicho. 7. Designación si hay anexos y su tipología. 8. La primera cota de identificación topográfica del documento que consiste en: Archivo, Sección (en el caso la capitanía), el número de la caja y el número del documento (que es secuencial en relación a la sección) como fue organizado en el momento de la descripción. La

 

 

 

segunda cota corresponde a Archivo, Grupo ACL (Administración Central), el numero general de la “serie” (la Capitanía o el núcleo como es el caso de “Brasil- Limites”). Por ejemplo en el “Catalogo de Documentos da Colônia de Sacramento e Rio da Prata” consta:

1751, março, 2, Lisboa.

INSTRUÇÕES dadas pelo rei de Portugal [D. José I] ao embaixador de Portugal em Madri e negociador do Tratado de Madri, visconde de Vila Nova de Cerveira, [D. Tomás Xavier de Lima Nogueira Vasconcelos da Silva Teles], para serem seguidas em seus entendimentos com o embaixador extraordinário do rei espanhol em Lisboa, Duque de Sotomaior e com outras autoridades sobre a execução do Tratado de Madri.

AHU-Brasil-Limites, cx.1, doc. 10 AHU_ACL_CU_059, Cx. 1, D. 4

 

Un otro ejemplo, está en el “Catálogo dos Documentos da Capitania de São Paulo“:

[ant. 1780, junho, 7]

REQUERIMENTO do capitão das Ordenanças da vila de Cananéia, Manuel José de Jesus, a rainha [D. Maria I] pedindo confirmação da patente de seu posto.

Anexo: carta-patente

AHU-São Paulo, cx.34, doc. 2940 AHU_ACL_CU_023-01, Cx. 34, D.2940

 

 

Puede parecer sencillo una identificación/descripción así presentada. Sin embargo, esa finalización es resultado de un largo trabajo de investigación estudios y de entrenamiento de parte de los distintos grupos de trabajo de descripción. A lo largo de esos 17 años, estos grupos ha contado con la supervisión sobretodo del archivista José Sintra Martinheira (de parte del AHU), de la investigadora brasileña residente en Portugal, Erika Simone de Almeida Dias y de mí propia, como consultora archivística del Proyecto en mi largas estadas 2 veces por año de 1998 a 2011.

Antes del comienzo de las actividades de descripción, los investigadores y archivistas en la medida que llegaban de Brasil, se enteraban de las características jurídico-administrativas de la administración del imperio luso, en particular la aplicada a Brasil. Han sido estudiados los distintos trámites de los documentos, interna y externamente al Consejo Ultramarino y a la Secretaria da Marinha e Ultramar, tanto cuanto han sido investigados los momentos históricos implicados en el contenido de los documentos. Para eso han sido consultadas la legislación y las normas contemporáneas burocráticas a los documentos, libros de

 

 

 

história de Portugal y de su imperio colonial, manuales de diplomática, de paleografía, diccionarios jurídicos y genealógicos, tratados de derecho administrativo, y toda a reglamentación interna del Consejo Ultramarino. También han sido identificados los tipos documentales y sus categorías, así como las funciones de los signatarios y destinatarios. Además hemos detectado las diferencias de tipologías, estructura semántica y de tratamiento entre signatario y destinatario según la circulación de los papeles. Esa se da en “diversa dirección según se trate de los [documentos] que descienden del rey y de las autoridades a los estadios subordinados por jerarquía a ellos. Ascendentes los que eleven de los súbditos a las instancias superiores y, en tercer lugar, los que se distribuyan en sentido horizontal entre personas o autoridades del mismo nivel” (CORTÉS ALONSO, 1986). Reiterando, son descendientes los originados de la Corona y sus Consejos o Secretarías e dirigidos a las autoridades delegadas y sus súbditos. Son ascendientes los de los súbditos y los de las autoridades delegadas dirigidos a la Corona, Consejos y a las Secretarias y, aún más, los de  los Consejos y Secretarias a la Corona. Son horizontales los documentos que tramitan entre autoridades o entre Consejos y Secretarias e además de los de asiento, los notariales y los instrumentos jurídicos.

Con el nuevo cuerpo documental hecho disponible por el Proyecto los historiadores podrán enriquecer su diálogo con os documentos coloniales luso- brasileños. Será posible flagrar mejor y con más detalles do que teníamos antes, y en su tiempo real, las actitudes y comportamientos sean los de las autoridades de la Justicia y de la Hacienda, gobernadores civiles y militares, virreyes, oficiales de las municipalidades, etc. así como los de los servidores civiles, militares y eclesiásticos y como del pueblo en general. Las vías y los flujos de obediencia y/o de la insubordinación frente a una legislación y a un gobierno distante y a un gobierno construido de lejos en los gabinetes palacianos, frecuentemente ignorando las realidades locales coloniales. Con esa más larga riqueza de fuentes históricas se puede mejor acompañar el pulsar administrativo, el día-a-día de la gobernación colonial, se detecta, de forma inequívoca, las reacciones del gobierno metropolitano, en sus cambiantes olas, durante casi 200 años. El hecho de que son inéditas muchas de esas fuentes proporciona una visión renueva del Brasil colonial y imperial, apuntando rumbos para al historiografía y posibilitando mejor conocimiento de la evolución del país.

 

 

 

Pero no es solamente esa realidad luso-brasileña que sube a tona, ahora con sus contornos mucho más nítidos, permitiendo un retrato más consistente del Brasil de los siglos XVI al XIX, sino también, surge también esa misma nitidez sobre nuestras relaciones en épocas pasadas con España, Francia, con Italia, Holanda, Vaticano, Inglaterra, Austria y también Estados Unidos de América, a partir del panorama proporcionado por las investigaciones y identificaciones documentales hechas en esos países por el Proyecto.

Todos esos documentos que están en Portugal o los de otros países representan para ellos tanto parte de su patrimonio documental, como parte de patrimonio cultural. Sin embargo, sobretodo cuando se trate de ex -colonias, la verdad es que esas fuentes, de cierto modo, también representan para ellas como qué una parte de su patrimonio cultural.

En ese sentido, los documentos que fueron identificados y descriptos por el Proyecto Resgate si contienen fuentes importantes para la identidad pasada del Brasil forman parte de un patrimonio cultural que es nuestro como tal, pero que no es nuestro como patrimonio documental sino que lo es de otro país. Proyectos como ese son como estrategias culturales capaces de saltar obstáculos y de disminuir distancias. El conocimiento histórico más amplio puede así llegar más fácilmente a los historiadores, investigadores, interesados en general, pero puede llegar sobretodo a toda la sociedad brasileña para la cual es posible así completar su dialogo con su pasado para mejor comprender su presente y mejor planear su futuro.

 

 

 

 

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 

 

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Arquivos

 

 

 

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BERTOLETTI. Esther Caldas. Os pesquisadores diante de um desafio (entrevista concedida a Revista Pesquisa, São Paulo, Fundação de Amparo à Pesquisa (FAPESP, nº especial dedicado ao Projeto Resgate, outubro, 2000, p.21-24).

BERTOLETTI. Esther Caldas, BELLOTTO, Heloísa Liberalli, DIAS, Erika Simone de Almeida Carlos. O Projeto Resgate de Documentação Histórica Barão do Rio Branco: acesso às fontes da História do Brasil existentes no exterior. . Clio. Revista de Pesquisa Histórica Formato Eletrônico (ISSN: 0102-9487), Recife, Universidade Federal de Pernambuco, nº 29.1, 2011. Disponible en:  www.ufpe.br/revistaclio.

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BORSA, Juan. Los archivos de India. Boletín de la Unesco para Bibliotecas y Archivos. Paris, 30(6): 360-365, nov.dic. 1976.

LEMOS, Carlos. O que é patrimônio histórico. São Paulo, Ed. Brasiliense, 1981. SANTOS, Corcino Medeiros dos et alii.  O Projeto Resgate no Centro de Memória Digital da Universidade de Brasília. Revista História Digital, Brasília, 1(1):11-19, 2007.

SVEDO, Antal – L´utilisation du microfilme pour la recherche et la publication.

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Publicado el: 02/07/2016 / Leido: 7800 veces / Comentarios: 0 / Archivos Adjuntos: 0

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